Lamentablemente no todas ellas desaparecen
Existen muchas desventajas cuando hablamos de la muerte, pero si nos ponemos a pensar en una ventaja es que ya no debes preocuparte por la enorme cantidad de deudas que has acumulado a lo largo de tu vida.
«Por fin», piensas, en tu lecho de muerte, «estoy libre de de los 10.000 dólares en deudas de tarjetas de crédito que debo.”
Desafortunadamente, no es tan sencillo liberarse de ellas, y la responsabilidad recae en tus familiares.
Cuando alguien muere, todos sus activos (dinero en efectivo, bienes raíces, cuentas bancarias, etc.) constituyen un patrimonio. El valor de este patrimonio se determina a través de un procedimiento judicial conocido como legalización de un testamento.
Antes de pasar el dinero (o lo que sea) a los herederos, las deudas deben ser pagadas. Un albacea se encarga de todo esto y (con suerte) pagará las deudas con su patrimonio. Si no hay suficiente en el patrimonio, los familiares seguramente se llevarán una sorpresa muy desagradable.
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Hipotecas y Préstamos para Autos
Alguien más se hace responsable de la hipoteca si es heredada o si es un copropietario. Si no, el albacea pagará la deuda. Debido a que las hipotecas son deudas garantizadas, los prestamistas obtienen los primeros derechos sobre los activos para recuperar el préstamo.
Del mismo modo, si se tiene un préstamo con garantía hipotecaria, un prestamista puede exigir el pago por adelantado de la persona que hereda la casa.
Eso es cierto incluso si la gente sigue viviendo en la casa después de tu muerte. Si se tienen deudas, ellos tendrán que tomar la hipoteca o vender la casa para pagar a los acreedores.
Deudas de tarjetas de crédito y facturas médicas
La deuda de la tarjeta de crédito no está asegurada, lo que significa que si el patrimonio se queda sin fondos después de la hipoteca y los préstamos para automóviles, no hay nada que los acreedores puedan vender para recuperar su dinero.
Si no queda dinero en el patrimonio después de la hipoteca y los préstamos para autos, las compañías de tarjetas de crédito pueden no tener suerte, a menos que el difunto haya contraído matrimonio con alguien por bienes mancomunados, en ese caso el/la cónyuge debe pagar cualquier deuda contraída durante el matrimonio (no son responsables de deudas anteriores).
Préstamos estudiantiles
Los préstamos estudiantiles son dados de baja, o perdonados, cuando una persona muere. Si hay dinero en el patrimonio, se destinará a la deuda de préstamos estudiantiles privados. Si no queda dinero, los préstamos estudiantiles no están garantizados y por lo tanto no se pagarán.
Una excepción es si se cuenta con un aval. Ellos se harán responsables de la deuda restante.
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