Hay muchos beneficios en ser un gran comunicador en el lugar de trabajo.
Cada uno de nosotros tiene un estilo de comunicación diferente. Aceptarlo y aprender a manejar estilos distintos a los tuyos es clave.
Hay muchos beneficios en ser un gran comunicador en el lugar de trabajo, que incluyen romper barreras, desarrollar relaciones positivas, y reunir a la gente para trabajar con una visión compartida.
Si bien las habilidades de comunicación brillantes requieren dedicación y experiencia, hay trucos que puedes usar para mejorar tus resultados casi inmediatamente.
Anna Pickard, Directora Creativa y Portavoz de Slack, escribió un manual de usuario de una página sobre cómo escribir, titulado “How I work. How I process information. Anna: A User’s Guide”, que seguramente resultará de gran ayuda para los nuevos gerentes.
He aquí 3 de sus trucos de comunicación que harán que todos quieran trabajar contigo.
Ser capaz de decir:
- «Proceso la información lentamente. Un resumen, materiales de apoyo, o una agenda proporcionada mucho antes de las reuniones me ayuda».
- «Soy muy directo. A veces demasiado directo. Por favor, sé siempre directo conmigo, pero hazme saber cuando mi franqueza no sea útil para los demás».
- «Pienso mejor cuando camino. Si podemos caminar y hablar, ¡sería genial!».
Lee en voz alta lo que estás escribiendo
No sólo «léelo en tu cabeza», sino que léelo en voz alta. Sé que te sentirás rídiculo, sé que no es agradable, y a veces puede ayudar mucho imprimirlo primero y agarrar un plumón y llevarlo a algún lugar privado, especialmente cuando estás en una oficina abierta. Pero es, por mucho, la manera más rápida y fácil de encontrar cosas que harán tropezar a tu lector, o cosas que suenan o se sienten extrañas o robóticas.
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Hay que ir al grano
Escribas lo que escribas, antes de difundirlo en algún lado pregúntate si puede ser un 40% más corto. Porque normalmente lo puede ser. Recuerda que para que la gente entienda lo que estás tratando de hacerles comprender (o lo que quieres de ellos) sólo tienes que ir al grano. Es lo más cortés que se puede hacer. Y para hacer eso, por lo general, es muy fácil quitar el primer párrafo, o incluso más.
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