Trabajar en Apple desde principios de 1990 hasta principios del 2000 era una de las mejores épocas.
Han pasado ya varios años desde la muerte de Steve Jobs, el mundo ha llorado y compartido su admiración y aprecio por el hombre que cambió la forma de ver nuestras vidas.
El trabajo de Jobs nos enseñó muchas lecciones. Entre ellas, perseverancia y adaptabilidad.
Jobs también nos enseñó brillantemente sobre el fracaso. Muchos de los usuarios de hoy en día que utilizan sin problemas del iPhone X a la MacBook Air y al iPad no tienen recuerdos de la historia de Apple.
Visionario exitoso
Independientemente de cómo te sintieras con los «viejos» productos de Apple, la compañía en su primera generación trajo la innovación al mercado de las PC, pero casi quebró.
Apple, como empresa de hardware/software totalmente integrada, podría decirse que con un diseño superior, fue derrotada por un competidor de software más ingenioso.
Lo que llamó la atención fue el regreso de Jobs a Apple, y del gran éxito que consiguió posteriormente. Cómo siguió una filosofía muy similar: una visión alentadora y centrada en el cliente, un enfoque obsesivo en el diseño y productos de hardware y software altamente patentados.
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Excepto que lo hizo con una adaptación crucial: construyó los efectos de red, los mismos efectos que habían llevado al fracaso de Apple v1, en la infraestructura de la estrategia y los productos de Apple v2. Con el iPod, el ecosistema iTunes creó una potente red con un completo conjunto de proveedores de contenido de música y video.
El impulso de App Store
Para los clientes, una categoría de productos completamente nueva se hizo convincente no sólo por el diseño de hardware y software (los puntos fuertes de Apple), sino también por una fuente de contenido integral que podía monetizar lo que antes se ofrecía de forma gratuita.
Por lo tanto, los proveedores de contenidos se vieron motivados a utilizar iTunes debido a su red de contenidos (y la posterior red de clientes).
Del mismo modo, el iPhone y el iPad están guiados por el diseño, pero su éxito ha sido impulsado por un ecosistema de App Store que es convincente tanto para los usuarios como para los desarrolladores, simplemente porque hay muchos usuarios (es decir, una red de usuarios interactiva más grande) y desarrolladores (es decir, una red de desarrolladores modular más grande) que innovan constantemente dentro del sistema.
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Pasión contagiosa
Steve Jobs siempre fue un genio visionario, pero lo que lo hace tan convincente es el hecho de que después de crear grandes productos que sólo llegaron a unos pocos, regresó, aprendió y adaptó sus talentos creativos para desarrollar nuevas categorías de productos, modelos de distribución, plataformas creativas y experiencias de clientes que han impactado positivamente las vidas de millones. Su pasión por los productos era contagiosa e inspiraba la nuestra. Hizo de su mayor fracaso su mayor éxito.
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