¿Alguno de estos te suena familiar?
En su esencia, el dinero es una herramienta. Es un medio de seguridad, una forma de disfrutar de las cosas que son importantes para ti en la vida.
Desafortunadamente, para demasiada gente, también es una fuente de miedo y estrés.
De hecho, su relación con el dinero puede volverse tóxica o incluso consumirte, y no siempre es obvia cuando lo es. Aquí hay cinco señales de advertencia de que no tienes una relación sana con el dinero – y qué hacer al respecto.
Gastas dinero cada vez que sientes [inserta tu emoción aquí]
¿Alguna vez ha ido de compras después de una pelea con tu pareja o de un día duro en la oficina? No hay nada malo en tratarse de vez en cuando.
Pero así como alguien puede recurrir a comer un Haagen-Dazs o tomar un vodka tonic cada vez que se siente solo, aburrido o incluso feliz, las compras emocionales pueden ser un comportamiento igualmente destructivo cuando se convierten en un hábito.
«Identificar los factores desencadenantes es el primer paso para resolver el problema. El segundo es encontrar otras maneras de tratar con ellos», dijo la experta en finanzas para el consumidor Andrea Woroch.
Por ejemplo, digamos que consigues un gran cliente y quieres regalarte algo como recompensa. «Piense en la forma en que esa compra afecta tus objetivos futuros», dijo Woroch. «¿Cuáles son mejores maneras de usar ese dinero?»
La vida no es agradable porque no puedes dejar de pensar en el dinero.
Mientras que algunos recurren al gasto como una forma de levantar el ánimo, los asuntos de dinero pueden ser una fuente de angustia mental para otros.
«He trabajado con mucha gente que tiene estrés financiero», dijo Ryan Howes, psicólogo clínico de Pasadena, California. Explicó que algunos de sus clientes están tan consumidos por sus finanzas que su cuenta bancaria es lo primero que revisan cuando se despiertan y lo último que miran antes de acostarse.
«Eso es simplemente quitarle toda la alegría a la vida y crear más estrés», apuntó Howes. «Su dinero se iguala a su autoestima… hay tanta identidad y vergüenza envuelta en tener deudas de tarjetas de crédito o no estar al tanto de sus finanzas.»
Ocultas tus compras a familiares o pareja
Las mentiras blancas son una parte normal de las relaciones. Sin embargo, cuando se trata de dinero, las pequeñas mentiras pueden convertirse en grandes problemas en el futuro.
Si usted le oculta regularmente sus compras a su pareja o algún familiar, por lo general es una señal de que en el fondo usted sabe que su comportamiento de gasto es problemático. Puede parecer un hábito inocente, pero las consecuencias pueden ser graves. «Esconder las compras de un ser querido es una forma de infidelidad financiera y puede causar una ruptura seria en su relación, por no hablar de ser perjudicial para su salud financiera», dijo Woroch
Hay un montón de facturas sin abrir en tu escritorio
Sabes que están ahí. Sabes que hay que pagarles. Y aún así sigues ignorándome como si fueran a desaparecer.
Hay una palabra para esta línea de lógica: N-E-G-A-C-I-Ó-N
«La naturaleza humana es buscar placer y evitar el dolor. Si su cuenta bancaria le va a causar dolor, es comprensible que quiera evitarlo», aseguró Howes. «Pero el hecho es que los problemas empeoran, y necesitamos tener conciencia de lo que está pasando con nuestro dinero.»
El primer paso hacia la recuperación es admitir que hay un problema, según Woroch. Recomienda que organices todas tus tarjetas de crédito, tarjetas de débito y otras deudas en una hoja de cálculo, anotando la tasa de interés y la cantidad adeudada por cada una.
FOMO rige tu vida (y tu cuenta bancaria)
Las mariposas sociales tienden a sufrir del «miedo a perderse», o FOMO. De vacaciones costosas, a cenar fuera, a salir de fiesta los fines de semana, no pueden decir que no.
FOMO a menudo comienza como un simple deseo de ser aceptado. Pero puede fácilmente convertirse en un problema de gastos, especialmente si usted está demasiado avergonzado para admitir que no puede permitirse el lujo de gastar el dinero.
Si ese es el caso, Howes recomienda enmarcar su necesidad de ahorrar dinero como una fortaleza en lugar de una debilidad.
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