Quizá sientas que escuchar música mientras trabajas ayuda a tu desempeño, pero podrías estar equivocado.
Incluso la gente inteligente puede tomar decisiones terribles.
Generalmente, no es porque pasaron tiempo cuestionando y de alguna manera llegaron a la respuesta equivocada. Es porque no pasaron tiempo pensando.
Por ejemplo: Puedes tener siempre tu teléfono sobre tu escritorio de trabajo, o escuchar música mientras trabajas. Pero estas no son las decisiones más sabias que puedes tomar.
A continuación, te explicamos algunas de las malas decisiones que suelen tomarse con mayor frecuencia en la oficina y en casa.
Permanecer sentado todo el día
Los trabajos de oficina no están precisamente orientados a realizar mucha actividad física.
Pero levantarse y estar de pie por horas tampoco es la solución. Estudios recientes sugieren que con levantarse y moverse durante unos minutos varias veces al día, estarás mejorando tu salud en general.
De acuerdo a investigaciones, las personas que eran activas durante aproximadamente una hora al día tenían la mitad del riesgo de mortalidad que las personas que no lo eran. Y no importaba si estaban activos durante 5 minutos o en períodos más largos de tiempo.
Mirar la pantalla durante horas
Mirar fijamente la pantalla de la computadora todo el día puede llevar a que se presente «fatiga ocular digital», lo que resulta en síntomas como ojos secos y visión borrosa.
Especialistas recomiendan aplicar la regla 20-20-20: Cada 20 minutos, mira algo que esté a 20 pies (6 metros) de distancia, durante al menos 20 segundos.
Revisar constantemente tu email
El sonido de “correo nuevo” de tu bandeja de entrada puede ser difícil de resistir.
Sin embargo, las investigaciones sugieren que el estar cambiando de tareas (por ejemplo, investigar y checar tu email) lleva hasta un 40% más de tiempo que hacer una a la vez. Incluso cuando piensas que estás siendo más productivo al hacer varias tareas a la vez, es probable que no lo seas.
Una solución sencilla que recomiendan los expertos es configurar el teléfono para que no recibas alertas por correo electrónico o cerrar la pestaña de correo electrónico mientras trabajas en algo importante. Establece horas específicas para revisar y responder al correo electrónico por grupos.
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Iniciar primero con las tareas más fáciles
Haz lo más difícil primero. Algunos investigadores dicen que la fuerza de voluntad disminuye a medida que pasa el día, por lo que tiene sentido trabajar en tareas que requieren mucha concentración por la mañana. Otros no están de acuerdo en que la fuerza de voluntad es un recurso limitado.
Lo cierto es que comenzar con las tareas más difíciles tiene sentido práctico, ya que nunca se sabe qué cambios aparecerán más tarde en nuestra agenda laboral.
Mantener el teléfono en tu escritorio en el trabajo
No basta con tener el teléfono en modo «vibración». En realidad, apagar el teléfono ni siquiera es suficiente.
Investigaciones sugieren que la mera presencia de tu teléfono celular cerca puede perjudicar tu desempeño cognitivo, incluso si no eres consciente de su influencia. La mejor solución parece ser mantener el teléfono en otra oficina o habitación.
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Esperar hasta la tarde para tomar un ‘break’
Es mejor tomar ese descanso a media mañana.
Un estudio reciente reveló que mientras más tiempo haya pasado desde el comienzo de la jornada laboral, menos útil es un descanso. Las pausas que se toman más temprano en el día ayudan más a reponer nuestras reservas, incluyendo energía, concentración y motivación.
Curiosamente, ese mismo estudio encontró que no necesariamente tienes que participar en actividades no relacionadas con el trabajo durante un descanso. Sólo asegúrate de que estás haciendo algo que te gusta hacer y que eliges hacer. En otras palabras, avanzar en un proyecto de trabajo que te entusiasma podría ser aún más reparador que navegar por los medios sociales.
Escuchar música mientras trabajas
Puede que te sientas más productivo cuando escuchas música mientras estás concentrado en realizar un trabajo, pero probablemente no lo eres.
Una serie de investigaciones aseguran que, en casi todos los casos, tu desempeño en las tareas intelectuales (pensar, leer o escribir) se ve afectado considerablemente cuando se escucha música.
No pasa lo mismo cuando se realizan tareas repetitivas o monótonas, como cuando se trabaja en una línea de montaje o se conduce durante largos períodos de tiempo. En ese caso, escuchar música puede reanimarte.
Expertos señalan que una mejor opción es escuchar música durante unos diez o quince minutos antes de empezar un trabajo que requiere concentración, porque ayudará a ponerte de buen humor y a relajarte.
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