El capital es un gran obstáculo pero es posible superarlo
Lanzar un nuevo negocio es una noticia fascinante pero también es estar dispuesto a tomar algunos riesgos, por ejemplo, dejar un trabajo o estar sin ingresos personales por un tiempo.
Existe un obstáculo que impediría, en la mayoría de las ocasiones, comenzar con un negocio: no tener dinero. A primera vista, esto parece ser un problema importante, pero la falta de capital personal no significa un impedimento para perseguir los sueños. De hecho, existe la posibilidad de comenzar y hacer crecer un negocio sin casi ninguna inversión financiera personal, si realmente se sabe lo que se quiere.
¿Por qué un negocio necesita dinero?
No existe un precio de «arranque» para construir un negocio, es por eso que cada negocio tendrán necesidades diferentes. Es importante primero calcular cuánto se necesitará antes de comenzar a encontrar métodos alternativos para financiar una empresa.
Hay que considerar los siguiente:
- Licencias y permisos: dependiendo del estado o región, puede variar el tipo papeleo y registros especiales para operar.
- Suministros: ¿Se necesita comprar materia prima? O tal vez, computadoras u otros dispositivos electrónicos.
- Equipo: ¿Necesita maquinaria o algún software especializado?
- Espacio de oficinas: este es seguramente es uno de los gastos más fuertes, no se pueden descuidar aspectos como Internet, costos de utilidades, servicios de conserjería, en cambio, sí conviene externalizar las tareas administrativas como la nómina y la facturación.
- Honorarios legales: ¿Se está asesorando con un abogado durante todo el proceso de desarrollo de su negocio?
- Empleados, freelancers y contratistas: si el trabajo no se puede hacer solo, se necesitará gente en la nómina.
Dicho esto, se tienen dos caminos principales para comenzar un negocio con poco dinero: reducir costos o aumentar el capital disponible de fuentes externas. A continuación, se presentan tres alternativas:
1. Reducir necesidades
La primera opción es cambiar el modelo de negocio para demandar menos necesidades. Por ejemplo, si se está planeando iniciar una empresa como especialista o freelancer, es posible reducir los gastos de empleados siendo el único al principio. A menos de que se necesite espacio de alguna oficina, se puede trabajar desde casa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen algunos gastos que no se podrán evitar; las licencias y los honorarios legales por mencionar algunos.
2. Surgir por cuenta propia
La segunda opción es un período de “calentamiento” o preparación para el negocio. En lugar de pasar directamente al modo de negocio completo, es preferible comenzar con lo básico. Si se puede fundar como trabajador autónomo, se evitarán algunos gastos iniciales. Una vez que se consigan algunos ingresos, se puede invertir en uno mismo y construir el negocio pieza por pieza, en lugar de todo a la vez.
3. Contratar externos
La tercera opción es obtener fondos de fuentes externas, algunas opciones potenciales para incrementar las inversiones son las siguientes:
- Amigos y familiares: no descartar la posibilidad de obtener ayuda de amigos y familiares, de esta forma se junta el capital de múltiples fuentes.
- Padrino inversor: puede ser una personas adinerada que apoye la idea del negocio. Invertiría a cambio de la propiedad parcial de la empresa, lo cual es un sacrificio que vale la pena considerar.
- Capitalistas de riesgo: son como los padrinos inversores, pero en vez de individuos son sociedades u organizaciones y tienden a explorar negocios que ya existen.
- Financiamiento colectivo: es popular por una razón, con una buena idea y suficiente trabajo puede atraer fondos para cualquier causa.
- Donaciones y préstamos gubernamentales: varios organismos gubernamentales estatales y locales existen precisamente con el propósito de ayudar a las pequeñas empresas a crecer. Muchos ofrecen préstamos y donaciones.
- Préstamos bancarios: siempre se puede abrir una línea de crédito con el banco, es importante tener un buen historial crediticio.
Con una o más de estas opciones, se podría reducir la inversión financiera personal. Hacer algunos sacrificios, como comenzar de una manera sencilla, acomodar socios o contraer deudas, ayudará a hacer crecer en la fe en el negocio a emprender.