He aquí algunas estrategias respaldadas por investigaciones que te ayudarán a combatir tu adicción al smartphone.
Vivimos en una era de obsesión por la tecnología y la adicción a los smartphones. Lo escuchamos todo el tiempo: «No puedo ir a ninguna parte sin mi teléfono» o «Me siento ansioso cuando no puedo revisar el correo electrónico» o «Si no estoy en mis redes sociales, siento que me lo estoy perdiendo».
No es sorprendente que las investigaciones muestren que el uso excesivo de la tecnología disminuye nuestra salud mental y física, nuestras relaciones y más.
Si nos es imposible desconectarnos por completo, ¿cómo podemos crear mejores hábitos en torno a la tecnología, manteniendo sus beneficios y minimizando los efectos negativos? He aquí algunas estrategias respaldadas por investigaciones que podrías poner en práctica en el trabajo y en casa.
Mantén la tecnología fuera del dormitorio
A medida que el día llega al atardecer, tu cerebro comienza a liberar melatonina, cuya acumulación eventualmente te ayuda a dormir. Pero según la investigación de la National Sleep Foundation y la Clínica Mayo, la luz azul de los smartphones, tabletas o laptops retrasa ese proceso y también libera cortisol, que indica a tu cerebro que estés más alerta. El resultado es un sueño cada vez menos reparador, que interrumpe el rejuvenecimiento sináptico nocturno y reduce la agudeza mental. La solución es simple: No te lleves tus dispositivos a la cama.
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Tomar descansos regulares y reparadores
El cerebro humano no está diseñado para trabajar durante horas y horas. Nos desempeñamos mejor cuando tomamos descansos. Por ejemplo, en un estudio de más de 12 mil empleados ejecutivos, aquellos que se alejaban del trabajo cada 90 minutos reportaron un 30% más de concentración, un 50% más de capacidad de pensar creativamente y un 46% más de nivel de salud en comparación con sus compañeros que no se tomaban descansos o sólo uno durante el día laboral.
Pero mirar un smartphone o navegar por Internet no cuenta. Las pausas verdaderamente reparadoras, en cambio, implican ejercicio, conversación o reflexión. Eso significa caminar afuera para tomar un poco de aire fresco, hablar con alguien (sobre algo que no sea el trabajo) o hacer unos minutos de meditación consciente. Diez minutos es suficiente, aunque los descansos más largos ofrecen aún más beneficios.
Usar «cc» y «responder a todos» juiciosamente
Los correos electrónicos de grupo, si bien son útiles para la colaboración en equipo, son una distracción cada vez más problemática en el lugar de trabajo. Después de la segunda o tercera «responder a todos», las cadenas comienzan a sentirse opresivas, añadiendo contenido extraño a nuestras ya desbordantes bandejas de entrada. En estos casos, la mayoría de los mensajes podrían haber sido dirigidos a una o dos personas, en lugar de a todos.
Cualquiera que inicie un correo electrónico de equipo debe pensar muy cuidadosamente a quién va a incluir en «cc», asegurándose de agregar sólo a los miembros relevantes del equipo. También hay que evitar el «responder a todos», a menos que tus comentarios sean realmente útiles para todos los miembros del grupo. Cuantos más correos electrónicos envíes, más recibirás.
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Reajustar las expectativas de tiempo de respuesta
No hace mucho, la gente trabajaba de 9 de la mañana a 5 de la tarde. En la actualidad, los días de trabajo típicos pueden extenderse hasta nueve horas en la oficina y hasta altas horas de la noche, sólo para empezar de nuevo en el momento en que nos despertamos.
Cuando los colegas nos envían correos electrónicos, de texto o mensajes por otros medios, sin importar la hora, una respuesta inmediata es, en muchos casos, la expectativa implícita. La estrategia que aplican muchas empresas multinacionales, como Volkswagen y Deutsche Telekom, consiste en una política de 7 de la mañana a 7 de la tarde. Los mensajes pueden, por supuesto, enviarse a cualquier hora, pero nadie está obligado a responder antes de las 7 de la mañana o después de las 7 de la tarde. En Francia, las empresas con más de 50 empleados están ahora obligadas a hacer algo similar; la ley de «derecho a la desconexión» del país, aprobada en enero de 2017, obliga a reservar horas de trabajo cuando los empleados no tienen que estar disponibles por correo electrónico.
Recuperar el tiempo de tus amigos y familiares
Tenemos que lograr que la tecnología deje de interferir con nuestras interacciones interpersonales más importantes. Pero es difícil ignorar el teléfono cuando está frente a ti, con alertas de noticias y mensajes de texto que aparecen constantemente. Se recomienda designar áreas donde, en un esfuerzo por facilitar una conversación mejor y más significativa con los amigos y la familia, los dispositivos personales simplemente no están permitidos. Los ejemplos incluyen la mesa de la cena, la sala de descanso o de televisión, en el auto o en restaurantes.
En la última década, la tecnología se ha apoderado de nuestras vidas. Si bien ofrece acceso a la información, a contactos y al entretenimiento, también se ha demostrado que disminuye nuestra capacidad cerebral y daña nuestra salud mental. Estas recomendaciones, que puedes realizar tú mismo o fomentar en tu equipo, son maneras sencillas de garantizar que estos dispositivos omnipresentes hagan menos mal que bien.
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